Me enloquece esa forma tan peculiar que tienes de mirar, de caminar, de hablar, de sonreír, de mentir, de engañar.
Me enloquece tu boca, me enloquece cuando tu lengua roza tus labios tan despacio, cuando picas el ojo tan tienernamente, me enloquecen tus bromas sin sentido, me enloquce cuando me rozas sin querer cuando hasta te preocupas por mí, me enloquece tu existencia..